Máquinas de segunda mano para Jengibres

Sobre máquinas de segunda mano para Jengibres

El cultivo de jengibre está creciendo rápidamente en todo el mundo y cada vez cuenta con mayor mecanización, especialmente para optimizar fases laboriosas como la siembra, el cuidado del cultivo, la cosecha y el procesamiento. Todo comienza con la plantación de los rizomas, realizada con sembradoras adaptadas que garantizan profundidad y separación uniforme. Algunos agricultores emplean sistemas de caída o cintas que colocan con suavidad los rizomas en los surcos.

Durante el crecimiento, el control de malezas es fundamental. Escardadoras guiadas por cámaras o GPS mantienen limpias las hileras sin dañar las plantas jóvenes. El jengibre necesita humedad y una buena estructura del suelo, facilitadas por sistemas de riego automatizados por goteo o aspersión. La colocación de mantillo y el aporcado también se hacen mecánicamente.

La cosecha es la etapa más crítica. Se utiliza maquinaria modificada como cosechadoras de cadenas o cintas con púas suaves que extraen los rizomas sin dañarlos. Algunos sistemas emplean dientes vibratorios y bandas de goma para levantar el jengibre sin magullarlo. Luego se recoge a mano o con bandas transportadoras.

El lavado se realiza en tanques de inmersión o con cepillos, a veces con desinfectantes suaves. Tras el lavado, el jengibre se seca o se almacena en frío. El clasificado se hace según longitud, grosor y peso, con máquinas calibradoras u ópticas que detectan defectos.

El envasado se realiza con sistemas de pesaje y dosificación que preparan porciones para venta o restauración. Flowpackers, selladoras de bandejas y embolsadoras de red envasan jengibre fresco, pelado o seco. Las empresas que invierten en estos equipos se benefician de menor coste laboral, más velocidad y mejor conservación.